NOBARTV NOTICIAS – Esta noticia se hizo aún más popular después de que el rey Carlos III, que se encontraba en una visita de estado de cinco días a Australia, recibiera fuertes protestas de la senadora independiente australiana, Lidia Thorpe, en el edificio del Parlamento australiano, en Canberra. Thorpe, un senador que luchó abiertamente por los derechos de los pueblos indígenas, acusó al Imperio Británico de robar tierras aborígenes y pidió un tratado como forma de reconocimiento de su historia de opresión.
La visita del rey Carlos a Australia con la reina Camilla es la primera desde que ascendió al trono. En el evento principal que tuvo lugar el lunes en el Gran Salón del Parlamento, Charles pronunció un discurso ante parlamentarios y senadores. Su discurso abordó su juventud en Australia, la pandemia de Covid-19 y cómo Australia es vulnerable a la crisis climática. Sin embargo, después de que terminó el discurso, la atmósfera se volvió tensa cuando Thorpe llegó al frente del escenario con un fuerte grito: “¡Este no es tu país!”
Thorpe acusó al gobierno de cometer genocidio contra los pueblos indígenas de Australia y exigió la devolución de la tierra, los huesos ancestrales y los derechos que les habían robado. “Ustedes destruyeron nuestra tierra. ¡Danos un trato! Queremos un tratado en este país”, exclamó emocionado Thorpe. Continuó diciendo: “Eres un genocida”.
La protesta provocó que los agentes de seguridad intervinieran inmediatamente y escoltaran a Thorpe fuera del salón. Cuando lo condujeron hacia la salida, Thorpe todavía protestó y gritó: “Esta no es tu tierra. Tú no eres mi rey. Tú no eres nuestro rey”. Fuera del salón, también maldijo: "Maldita sea esta colonia".
El rey Carlos parecía estar hablando tranquilamente con el primer ministro australiano, Anthony Albanese, cuando ocurrió el incidente. Los agentes de seguridad se aseguraron de que Thorpe no se acercara al rey. Anteriormente, Thorpe también mostró su desaprobación al darle la espalda a la gran pantalla que mostraba al rey Carlos durante la ceremonia oficial de bienvenida.
Anthony Albanese y el líder de la oposición Peter Dutton dieron una cálida bienvenida al rey Carlos y a la reina Camilla antes de que comenzara el discurso del rey. Albanese dijo que la presencia del rey era una forma de apoyo al pueblo australiano, tanto en tiempos difíciles como felices. También elogió el compromiso del rey Carlos con temas como el cambio climático y la reconciliación con los pueblos indígenas.
Sin embargo, este incidente de protesta recibió diversas reacciones. El ex primer ministro Tony Abbott, que también estuvo presente en el evento, calificó las acciones de Thorpe de "desafortunado exhibicionismo político". Abbott es conocido como un firme partidario de la monarquía británica y en 2014 provocó controversia al restablecer los títulos de caballero y dama en Australia, incluso dándole el título al Príncipe Felipe.
El famoso empresario australiano Dick Smith, que también estuvo presente en el evento, vio este incidente como una prueba de la libertad democrática en Australia. "Esa es la belleza de nuestra democracia: que él (Thorpe) no irá a la cárcel por ello", dijo Smith.
El mismo día, Thorpe también emitió una declaración en la que pedía a Australia que se convirtiera en una república y negociara tratados con los pueblos indígenas como parte del proceso. Destacó que Australia no había resuelto los problemas fundamentales que existían desde la invasión colonial. Según Thorpe, los pueblos indígenas nunca habían cedido su soberanía sobre estas tierras y la corona británica había cometido genocidio contra ellos.
De hecho, durante mucho tiempo se han expresado pedidos de tratados entre el gobierno australiano y los pueblos indígenas, incluso desde los tiempos de la colonización temprana. Este llamado se volvió a enfatizar en la “Declaración de Uluru desde el corazón” de 2017, que pedía voz, acuerdo y verdad. La declaración afirma que la soberanía de los pueblos indígenas “nunca ha sido cedida ni abolida” y permanece junto a la soberanía del Imperio Británico. Sin embargo, si bien algunos estados y territorios han iniciado el proceso hacia un acuerdo, el gobierno federal aún no ha avanzado formalmente.
La visita del rey Carlos y la reina Camilla a Australia también estuvo llena de diversos eventos ceremoniales. Anteriormente, la pareja real se reunió con los residentes en el Australian War Memorial, donde se dieron la mano y saludaron a los niños. Un momento interesante fue cuando también le presentaron al rey Carlos una alpaca llamada Hephner que llevaba una corona dorada, pajarita y un traje de terciopelo azul. El propietario, Robert Fletcher, dijo que no querían perder la rara oportunidad de vestir a sus alpacas como la realeza.
Mientras tanto, la policía del Territorio de la Capital Australiana (ACT) informó que Thorpe también era parte de un grupo de protesta cerca del War Memorial antes del evento en la Casa del Parlamento. El grupo fue retirado del lugar por las autoridades y siguió las órdenes sin más incidentes. En el mismo lugar, un hombre de 62 años fue detenido por alterar el orden público, pero quedó en libertad sin cargos. Varias otras personas también fueron arrestadas alrededor del monumento, pero no fueron acusadas.
Una mujer de 21 años arrestada en el War Memorial acusada de desobedecer a la policía fue procesada y compareció ante el tribunal el lunes por la tarde.
El incidente añade tensión al debate actual en Australia sobre el futuro del país, si conservar la monarquía o convertirse en república. Sin embargo, se espera que la visita del rey Carlos y la reina Camilla continúe fortaleciendo las relaciones entre Australia y el Reino Unido, así como también abra un mayor diálogo sobre la reconciliación con los pueblos indígenas que han luchado durante mucho tiempo por sus derechos.
La protesta de Thorpe, aunque controvertida, nos recuerda que cuestiones profundamente arraigadas como la soberanía, los derechos territoriales y la justicia para los pueblos indígenas siguen siendo debates importantes en la Australia moderna. La pregunta es: ¿estas protestas desencadenarán medidas concretas hacia el cambio o serán simplemente parte de una dinámica política recurrente? Sólo el tiempo lo dirá.